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Noche

13 febrero 2007

Hoy recordé a Federico, de hecho no estamos muy lejos, sólo nos separa un valle, chiquito y arbolado. Allí descansa, le dan cobijo los pinos. Allí sentado, envuelto en gotas de plata, entre jirones de humo, se desgranan las palabras…

NOCHE
A la noche, compañera, le pregunto sin hablar:
¿Por qué fuiste a dormir pronto sin querer acompasar
los ecos, ahora apagados, de las estrellas del mar?
Molino de V�znar Cada beso acompañado con espinas, agua y sal.

A la noche, compañera, le hablo sin preguntar:
Ese abrazo tan sincero que regalaba al pasar,
ese beso de colores que pincelaban sus labios,
¡y sus manos!
esas caricias trazadas, sin preguntar…
ya quedaron muy atrás, junto a las olas y el viento que la luna hace girar.

¿Por qué se escapó tu brillo?, ¿Quién te lo robó sin más?
Se oye el sollozo de un niño, ¡allí, al final de la calle!
que vio pasar unas sombras que ocultaban la verdad.
Ocultaban en su mente lo más precioso que el mundo,
ese mundo que nos mira, ya no puede regalar:
retorcida, una palabra, que se deslice en tu mar.

Shelma ©2007

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